Estudio para el amor, la muerte y la paciencia traspasa la línea del trabajo tradicional del intérprete y anexiona otras disciplinas que permiten accionar lo real dentro de la escena, ocupando de manera precisa el hueco de lo que nos hacen creer irrepresentable. Esta historia de amor, muerte y resurrección es una estructura/viaje que Juan Diego Calzada asume con la soledad inherente a la práctica escénica. Una batalla que nunca acaba.

Estudio para el amor, la muerte y la paciencia colisiona con los planteamientos contemporáneos del arte, y nos envuelve en una guerra a través de lo real y lo imaginario, planteando una serie de interrogantes que subliman nuestro concepto de amor, muerte y paraíso: ¿Quién ha de venir para juzgar a los vivos?, ¿Cuál es mi camino hacia la muerte?, ¿Quién volverá a llenar mi alma de amor?

ME GUSTARÍA QUE MI CEREBRO NO GOBERNARA MI CUERPO, NO GOBERNARA MI VIDA…